lunes, 12 de noviembre de 2012

Como si fuese la primera vez...

Hola a todos. 

He hecho unos arreglillos para empezar de cero con mi blog. Podría haber mantenido lo que existía, pero me encanta esa capacidad que tiene el ser humano de reinventarse continuamente, así que RESET y volvemos a empezar como si nada. 
Este blog no tiene una temática determinada. Voy a hablar de todo lo que me apetezca, opinar sobre lo que me parezca importante o simplemente curioso y compartir con vosotros un poco de mí. 
Si tuviéramos que buscar un hilo conductor, no obstante, serían mis ganas locas de disfrutar de este periodo extraño de mi vida, en el que ni tengo trabajo, ni puedo buscarlo, ya que soy una de las muchas interinas que se han quedado en el limbo de las listas esperando que nos llamen y tenga que dejar todo de un día para otro. 
Y es que hasta hace poco el trabajo ocupaba una parte enorme de mi vida, y me pasaba largos ratos lamentándome y pensando todas las cosas que me encantaría hacer si tuviera tiempo libre, pero las personas somos así de graciosas, y cuando por fin tuve ese tiempo libre, una losa de vacío y agobio cayó sobre mí. Me sentí perdida, como si estuviera haciendo algo mal, como si fuera culpa mía, como si fuera un pecado mortal sentirse bien... Y bueno, qué os voy a contar, si estamos todos igual... 
Y un día, consciente de que cuando me llamaran para trabajar tendría que dejar todo de un día para otro, y que ese día podría ser mañana, me pregunté:
- ¿Realmente era más feliz trabajando?
- ¿He aprovechado esta situación?
- ¿Qué quería hacer cuando trabajaba y no podía?
-¿Qué estoy haciendo mal?
Entonces lo tuve superclaro. Iba a aprender a disfrutar. A estar feliz de dentro hacia fuera, que es como se hacen las cosas. Porque no podemos esperar que las cosas y las personas nos hagan felices, eso nos lleva al fracaso y a la decepción. Porque la realidad que nos rodea es variable y no depende de nosotros  . Porque entonces nos arriesgamos a que un día las cosas no sean como a nosotros nos gustan y entonces todo se viene abajo como un castillo de naipes. Y lo peor es que llega un momento en que nada es suficiente.
Últimamente disfruto mucho mi tiempo libre. Estoy yendo a clases de pintura, por ejemplo. No pretendo aprender a pintar, mi objetivo es aprender a tener paciencia y bajar el ritmo. Y creedme que hace falta, porque voy a clase con 30 jubilados mandones y a veces toca trabajar en equipo, por  no hablar del coñazo de los bodegones y medir con el palito de las narices... 
También estoy yendo a un grupo de escritura. Siempre me ha gustado escribir, pero lo tenía muy abandonado. En estas clases todas las semanas se nos propone un tema o una técnica nueva y después los leemos en alto y lo juzgamos entre todos los compañeros. Es un ejercicio muy enriquecedor. Y ahora que me ha vuelto a picar el gusanillo de escribir, en este blog también publicaré mis textos. Y por qué no, mis pinturas :D
y también os pondré al tanto de las aventuras de mi perro Robin, de mis clases de gimnasia atroces, y un largo y variado etcétera. 
Espero que os guste. 


3 comentarios:

  1. Hombre! El Blanchespace! Como lo echaba de menos.Espero que te animes a escribir y a tenerlo vivo, ya que tienes el talento y el conocimiento necesario. Y claro, tus ciberfans queremos nuestra ración de Blanchaventuras!! :D

    Besos hermanita!

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  2. Ye! Digo exactamente lo mismo que Mikelo. Ánimo, que escribir desahoga!

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  3. Mola el blanchespace de vuelta, me sigue encantando lo que escribes y esperamos que pronto haya sección caspisines y potrosines. Ah y una petición...comics con blqnchlonigotes.

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