jueves, 13 de diciembre de 2012

RELATOS (III)
Hola a todos!! Como ya sabéis, hoy es jueves y toca relato.
Esta semana el ejercicio consistía en escribir un diálogo en el que los dos protagonistas ocultaban un secreto pero ninguno de los dos lo desvelaba.
Espero que os guste.


90 céntimos. 
— ¡María!
Su voz retumbó en la entrada de la casa. Una bofetada de calor espeso golpeó su cara, una sensación agradable comparada con el olor del incienso, que tantos recuerdos eclesiásticos desagradables le despertaba.
     ¡María, coño, contéstame, sé que estás en casa, oigo la tele!
     ¡ SHHHHHHH! Calla, Manolo, que no me dejas oír a Berta Mística!
     Déjate de chorradas, María – gritaba Manolo mientras entraba en la salita como un mamut furioso en una tienda de porcelana – Te lo voy a preguntar solo una vez, ¿vale?: ¿Has cogido dinero de la cuenta? He ido a sacarlo y me dicen que la cuenta no tiene fondos, joder, ¿lo entiendes? ¿eh? ¿lo entiendes? Apaga de una vez esa puta mierda, estamos jodidos, ¿lo entiendes o no?
     Pero vamos a ver… - preguntó María de manera condescendiente. - ¿Se puede saber a qué vienen esas prisas? ¿Es que vas a huir al Caribe o qué?
     Estamos jodidos…- gimoteó él- dime dónde está el dinero, por favor- Ahora parecía un bebé lloriqueando que no paraba de mirar por la ventana- Van a venir a buscar el dinero, nos van a matar…
     No cariño – contestó con tranquilidad su mujer mientras se ponía de pie. – Debes estar tranquilo y tener fe.
     ¿Tener fe? ¿De qué cojones estás hablando? Solo tengo fe en que si no pago el dinero que debo antes de la semana que viene me van a freír…
     ¿La semana qué viene? –María empezó a reírse a carcajadas- pero si hay tiempo de sobra, hombre, ¡haber empezado por ahí! –se acercó a la mesa camilla y sacó de una bolsa floreada un papel amarillento y menudo, que parecía una estampita. – Mira cielito.
     ¿Qué coño es esto?- tartamudeaba Manolo, que no podía creer lo que estaba leyendo - ¿qué coño has hecho? – preguntó a su mujer, que no paraba de sonreír orgullosísima de sus actos.
En la televisión, una señora entrada en carnes y en años cuyo atuendo representaba perfectamente la expresión “horror vacui”, chillaba cantarina:
      Bien, señoras, ya queda menos para el gran día, y en este gran día del Juicio en el que el Señor nos llenará de gloria, asegúrate de estar en el lado de “los justos”. Llama ya al teléfono que aparece en pantalla y consigue uno de nuestros pasajes directos al cielo. Forma parte de este gran grupo de familias que se unirán en el día del Juicio por la salvación de sus almas. Coste de la llamada, 0,90 céntimos el minuto.

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